Vida Sana
Si eres como la mayoría de los adultos mayores del país (el 73%), tu casa es tu activo más valioso. Así lo indica una encuesta reciente (en inglés) de American Advisors Group. Y al comprar seguro para la vivienda podrías pensar que, a cambio de primas considerables, la póliza cubre todos los daños o reparaciones importantes.
Pero el seguro de vivienda básico no cubre todo lo que puede sucederle a tu casa o a tus pertenencias. Por eso necesitas investigar y "entender claramente los riesgos potenciales a los que te enfrentas con tu póliza", dice Mark Friedlander, del Instituto de Información de Seguros (III).
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Aquí te presentamos siete sorprendentes lagunas en el seguro de la vivienda, y formas en las que puedes protegerte.
1. Modificaciones y renovaciones en el hogar
Cuando contrataste el seguro de la vivienda, seleccionaste los límites de cobertura para la reconstrucción de tu casa después de una pérdida total. Pero si has hecho alguna modificación para envejecer en casa —tal como agregar una rampa para sillas de ruedas o un elevador de escaleras—, asegúrate de informar a la compañía de seguros; dependiendo de los costos, es posible que necesites ajustar los límites de cobertura de tu póliza. Lo mismo se aplica si has realizado otras renovaciones importantes en la vivienda —como agregar paneles solares— que aumentaron considerablemente el costo de reemplazo de la reconstrucción de tu hogar. Si no aumentas los límites de cobertura, podrías ser responsable de la parte no cubierta en caso de pérdida total.
Incluso si no has hecho ninguna mejora en la propiedad, aún es buena idea ponerte en contacto con tu agente de seguros. La inflación, la escasez en la cadena de suministros y la falta de trabajadores han aumentado los costos de construcción en los últimos años, y posiblemente ahora sea más caro reconstruir la casa que cuando compraste la póliza de seguro, al punto de necesitar más cobertura, dice Friedlander.
2. Inundaciones y terremotos
El seguro estándar de la vivienda cubre una serie de eventos climáticos severos, entre ellos tormentas de nieve, incendios, rayos y tormentas de viento, pero no cubre inundaciones ni terremotos.
Si bien muchas personas asumen que las inundaciones solo afectan a las propiedades que están próximas al agua, más del 25% de los reclamos por inundaciones ocurren fuera de áreas de alto riesgo, según FEMA. No hace falta mucho para causar un serio dolor de cabeza: FEMA estima que solo una pulgada de agua puede generar alrededor de $25,000 en daños.
Puedes adquirir un seguro contra inundaciones y terremotos por separado. Las aseguradoras privadas venden seguros contra inundaciones en zonas sin riesgo de inundación. Si vives en un área con alto riesgo de inundación, puedes comprar un seguro contra inundaciones a través del Programa Nacional de Seguros contra Inundaciones (NFIP), una iniciativa federal. Para encontrar proveedores de seguros que participan en el NFIP, consulta aquí.
Ten en cuenta que, por lo general, hay un período de espera de 30 días después de registrarte hasta que las pólizas de seguro contra inundaciones entran en vigor. "No puedes esperar hasta que llegue un huracán a la costa para comprar un seguro", dice Stacey Giulianti, directora jurídica de Florida Peninsula Insurance Company en Boca Raton, Florida.
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